© Creando Salud Instituto de Metabolismo
Psicosocial
La historia que encierra una actitud
La
enriquecedora
belleza
de
la
expresión
verbal
dialoga
por
sí
sola,
cuando
observamos
a
alguien
como
se
expresa
y
se
mueve
en
paralelo
a
la
conversación
del
otro,
o
simplemente
como
percibe
el
entorno
en
el
que
se
muestra
atento,
este
lenguaje
propio
no
solo
de
los
pájaros,
sino
también
de
los
humanos,
es
belleza
a
la
máxima
expresión,
sólo
necestamos
nuestra
sensibilidad
para
contemplarlo,
y
en
ocasiones
es
como
aquel
violín
que
se
deja
deslizar
por
el
arco
en
armonía
musical;
pero
un
mensaje
mal
entendido,
o
procesado
como
intención
agresiva puede hace desnudar nuestro pensamiento.
En
consulta
necesitamos
saber
escuchar
y
entender
este
lenguaje
no
verbal,
sobretodo
para
ayudar
a
la
persona
a
prosperar en trayecto del estudio de su salud.
En
cada
escucha,
en
cada
interpretación
del
mensaje,
va
a
haber
una
actitud,
una
respuesta
que
va
desde
un
silencio
o
respuesta
coherente
hasta
una
violenta
contestación,
detrás
de
todo ello, las personas encerramos toda una historia.
En
el
momento
de
escuchar
un
mensaje,
la
mente
en
milésimas
de
segundo
a
través
de
un
impulso
puede
estimularte
a
responder
violentamente,
en
ese
momento
es
posible
estés
agrediendo,
y
es
cuando
podemos
hacernos
una
pregunta:
¿quien
ha
errado
la
intención
del
mensaje
o
la
intepretación
del
receptor?
Nos
hayamos
en
el
punto
de
inflexión;
¿habré
entendido
bien?
te
pones
colorado,
respondes
seco
o
mal;
o
por
el
contrario
no
das
pie
a
que
el
mensaje
sea
agresivo
procediendo
a responder de forma optimista sin entrar en hostilidad o fricción.
«Recordar lo que menciona Maslow
sobre la influencia o importancia que
tienen las personas y el entorno donde
se desarrolla para cada sujeto.
De ello que se destaque que todo ser
humano es un sujeto social, pues cada
cual, sus actitudes, comportamientos
y emociones, están condicionadas por
las relaciones interpersonales»